La aplicación decana de Adobe para la edición de vídeo ya tiene desde hace poco tiempo una versión optimizada para Mac OS X, y aunque a simple vista lo primero que se observa es el uso de los elementos de interfaz Aqua, que dicho sea de paso también contribuye a trabajar con mayor claridad con las diferentes ventanas del programa, la versión 6.5 destaca especialmente por su mejora de rendimiento en el soporte de equipos con procesador dual, tecnología Altivec y la ejecución de procesos multihilo.
La mejora de rendimiento que se ha podido comprobar al trabajar con el producto sobre diferentes modelos y su optimización para OS X no son las únicas novedades, ni seguramente tampoco las más importantes para muchos usuarios. Por lo que respecta a las nuevas características, aunque no son muchas sí son suficientes para que cualquier usuario que ya esté utilizando Premiere se actualice a la nueva versión (aproximadamente unos 175 EUR + IVA), y es que Adobe por fin ha incorporado en su programa de edición un módulo de titulación con un alto grado de flexibilidad y posibilidades creativas, así como nuevos preajustes de proyecto para DV PAL y DV NTSC con los que se pueden reproducir en tiempo real los filtros, títulos, transiciones, efectos y movimientos aplicados a la edición en la línea de tiempo cuando se trabaja en formato DV (de hecho, la opción para realizar el Previo en RAM ha desaparecido del programa).
Adicionalmente, Premiere 6.5 también añade a su biblioteca de efectos los módulos Lightning, Ramp, Directional Blur, Chanel Blur y Blend originales de AfterEffects, la aplicación de Adobe para la post-producción de vídeo.
El resto de características y opciones de funcionamiento no han sufrido cambios, y aunque es un aspecto favorable para los usuarios de anteriores versiones al reducir considerablemente el tiempo de aprendizaje prácticamente a la nueva ventana de titulación; a nosotros nos hubiese gustado que se hubiese aprovechado para mejorar algunas características como la ventana de movimiento o para modificar la posición, tamaño y geometría de los materiales de una forma más intuitiva.
Haciendo un rápido repaso de los principales componentes de Premiere, el programa permite trabajar en modo de una pista para el montaje de los materiales o edición A/B. La interfaz del programa está dividida en una ventana en la que se recogen todos los materiales capturados e importados, con múltiples opciones de visualización y organización; la línea de tiempo, sobre la que se produce el montaje de los materiales y que ofrece opciones para crear directamente fotogramas de referencia y para modificar algunos parámetros como el porcentaje de opacidad o nivel de volumen en el caso de las pistas de audio; y la ventana de monitor, en la que se puede trabajar con la vista de Programa, para ver el montaje, o con dos vistas para trabajar con el clip de vídeo seleccionado (fuente) y el de programa.
Desde la anterior versión también incorpora unas características sumamente interesantes: StoryBoard, con el que se facilita la ordenación de los materiales para pasarlos a la ventana de edición; SmartSound, un asistente con el que se pueden crear bandas sonoras de diferentes estilos y con la duración deseada para incluirlas directamente (y libre de derechos) en la edición, y la adopción de algunos elementos de interfaz típicos de los programas de Adobe, como la ventana de navegación, historia y comandos.
Quienes no tengan ninguna experiencia previa con Premiere también encontrarán que su aprendizaje es muy sencillo, facilitado por los manuales en formato electrónico, en papel y la inclusión junto con el programa de un CD Tutorial audiovisual con una duración aproximada de una hora en el que se explica el funcionamiento de las principales herramientas de edición y opciones del programa utilizadas durante un proyecto de edición de vídeo típico, aunque está en inglés.
Opciones de titulación
En general, la creación de títulos en las anteriores versiones de Premiere era verdaderamente rígido y austero.
Adobe se ha aplicado con esmero para remediar esta situación, y ahora la ventana de titulación pasa a ser una de las opciones más flexibles del programa. Por omisión se puede elegir entre 142 plantillas de diversa temática que incluyen texto e imágenes en formatos de carátula o para aplicar principalmente en los tercios inferior y superior de la pantalla. Además, en el caso de que el estilo utilizado para el texto en las plantillas no sea de su agrado se puede sustituir por cualquiera de los 21 estilos predefinidos o cargar desde el disco duro los estilos de texto definidos en otras 26 librerías (también se pueden modificar todos los parámetros de los estilos de texto).
Otra alternativa es crear los títulos desde cero, y en este caso se pueden utilizar herramientas para crear cajas o bloques de texto en formato horizontal o vertical, texto sobre trazado, formas geométricas y edición de formas vectoriales, así como opciones para alinear tanto el texto como los objetos gráficos, transformar la geometría, posición y opacidad, etc. Durante el proceso de diseño se pueden crear estilos de texto y plantillas propias de forma que una vez guardadas al disco se puedan utilizar en otros proyectos.
La mejora de rendimiento que se ha podido comprobar al trabajar con el producto sobre diferentes modelos y su optimización para OS X no son las únicas novedades, ni seguramente tampoco las más importantes para muchos usuarios. Por lo que respecta a las nuevas características, aunque no son muchas sí son suficientes para que cualquier usuario que ya esté utilizando Premiere se actualice a la nueva versión (aproximadamente unos 175 EUR + IVA), y es que Adobe por fin ha incorporado en su programa de edición un módulo de titulación con un alto grado de flexibilidad y posibilidades creativas, así como nuevos preajustes de proyecto para DV PAL y DV NTSC con los que se pueden reproducir en tiempo real los filtros, títulos, transiciones, efectos y movimientos aplicados a la edición en la línea de tiempo cuando se trabaja en formato DV (de hecho, la opción para realizar el Previo en RAM ha desaparecido del programa).
Adicionalmente, Premiere 6.5 también añade a su biblioteca de efectos los módulos Lightning, Ramp, Directional Blur, Chanel Blur y Blend originales de AfterEffects, la aplicación de Adobe para la post-producción de vídeo.
El resto de características y opciones de funcionamiento no han sufrido cambios, y aunque es un aspecto favorable para los usuarios de anteriores versiones al reducir considerablemente el tiempo de aprendizaje prácticamente a la nueva ventana de titulación; a nosotros nos hubiese gustado que se hubiese aprovechado para mejorar algunas características como la ventana de movimiento o para modificar la posición, tamaño y geometría de los materiales de una forma más intuitiva.
Haciendo un rápido repaso de los principales componentes de Premiere, el programa permite trabajar en modo de una pista para el montaje de los materiales o edición A/B. La interfaz del programa está dividida en una ventana en la que se recogen todos los materiales capturados e importados, con múltiples opciones de visualización y organización; la línea de tiempo, sobre la que se produce el montaje de los materiales y que ofrece opciones para crear directamente fotogramas de referencia y para modificar algunos parámetros como el porcentaje de opacidad o nivel de volumen en el caso de las pistas de audio; y la ventana de monitor, en la que se puede trabajar con la vista de Programa, para ver el montaje, o con dos vistas para trabajar con el clip de vídeo seleccionado (fuente) y el de programa.
Desde la anterior versión también incorpora unas características sumamente interesantes: StoryBoard, con el que se facilita la ordenación de los materiales para pasarlos a la ventana de edición; SmartSound, un asistente con el que se pueden crear bandas sonoras de diferentes estilos y con la duración deseada para incluirlas directamente (y libre de derechos) en la edición, y la adopción de algunos elementos de interfaz típicos de los programas de Adobe, como la ventana de navegación, historia y comandos.
Quienes no tengan ninguna experiencia previa con Premiere también encontrarán que su aprendizaje es muy sencillo, facilitado por los manuales en formato electrónico, en papel y la inclusión junto con el programa de un CD Tutorial audiovisual con una duración aproximada de una hora en el que se explica el funcionamiento de las principales herramientas de edición y opciones del programa utilizadas durante un proyecto de edición de vídeo típico, aunque está en inglés.
Opciones de titulación
En general, la creación de títulos en las anteriores versiones de Premiere era verdaderamente rígido y austero.
Adobe se ha aplicado con esmero para remediar esta situación, y ahora la ventana de titulación pasa a ser una de las opciones más flexibles del programa. Por omisión se puede elegir entre 142 plantillas de diversa temática que incluyen texto e imágenes en formatos de carátula o para aplicar principalmente en los tercios inferior y superior de la pantalla. Además, en el caso de que el estilo utilizado para el texto en las plantillas no sea de su agrado se puede sustituir por cualquiera de los 21 estilos predefinidos o cargar desde el disco duro los estilos de texto definidos en otras 26 librerías (también se pueden modificar todos los parámetros de los estilos de texto).
Otra alternativa es crear los títulos desde cero, y en este caso se pueden utilizar herramientas para crear cajas o bloques de texto en formato horizontal o vertical, texto sobre trazado, formas geométricas y edición de formas vectoriales, así como opciones para alinear tanto el texto como los objetos gráficos, transformar la geometría, posición y opacidad, etc. Durante el proceso de diseño se pueden crear estilos de texto y plantillas propias de forma que una vez guardadas al disco se puedan utilizar en otros proyectos.
Por otra parte, el editor permite crear títulos estáticos o con desplazamientos vertical u horizontal, en cuyo caso se puede utilizar la opción Roll/Crawl Options para que el movimiento comience y finalice fuera del cuadro y definir una cantidad de fotogramas para que las transiciones de entrada y salida sean suaves.
Estilos de texto. Se puede ajustar el kerning, tracking, grosor, tamaño e inclinación de las tipografías, deformarlas en los ejes X e Y (con interesantes efectos), utilizar rellenos transparentes, sólidos (color y textura), degradado lineal o radial de dos colores, degradado de cuatro colores, aplicar efecto de relieve, sombras, efecto de destello y añadir nuevos trazos interiores y exteriores a las tipografías con diferentes efectos. En definitiva, las combinaciones que se pueden utilizar a la hora de crear un texto son óptimas para conseguir un estilo propio y de acorde con la temática del proyecto.
Plantillas. Además del texto también es posible crear plantillas propias (texto e imágenes o composiciones gráficas), y esto puede ser tan sencillo como utilizar la opción del programa para incluir un logotipo como texto, o bien importar imágenes y crear formas regulares con texturas, modificar sus parámetros y el orden y posición de las capas en la pantalla.
En cualquier caso, tanto si se utiliza sólo texto como si se emplea texto y gráficos el editor de títulos crea automáticamente un canal de transparencia pensado para la superposición de los títulos sobre el resto de las pistas de vídeo. Y una cuestión interesante es que una vez añadidos a la edición los títulos conservan todas sus características modificables.
La lástima es que Adobe no haya dado una vuelta de tuerca adicional a las opciones disponibles en el editor para que también fuese posible animar los títulos. De esta forma se conseguirían efectos espectaculares mediante la definición de fotogramas de referencia directamente en el editor de títulos y la modificación de los valores de sombra, destello, tamaño de la fuente, posición, trazos exteriores y deformaciones de la geometría.
Reproducción en tiempo real. El acercamiento de Premiere a esta característica se basa en la potencia del equipo sobre el que se esté ejecutando y se restringe a la edición con material DV y equipos con procesador PowerPC G4, de forma que la reproducción es más o menos en tiempo real en función de si se está ejecutando sobre un Mac con múltiples procesadores y la cantidad de megahertzios. En nuestras pruebas obtuvimos unos resultados aceptables al ejecutar el programa en un Power Mac G4 1,25 GHz con doble procesador, y aun tratándose de uno de los modelos más potentes Premiere tuvo problemas para mantener los 25 fps desde el disco duro interno incluido por omisión en este equipo.
En los equipos menos potentes se mantienen las opciones que ya estaban disponibles en las anteriores versiones del producto para hacer un previo desde disco duro (con renderizado) o a Hardware.
Conclusión
La facilidad de manejo, rendimiento y la integración con el resto de aplicaciones de Adobe continúan siendo los principales alicientes de este programa de edición de vídeo, aunque aún a bastante distancia de FinalCut Pro.
Por otra parte, si sólo está buscando un editor de vídeo en el que pueda prescindir de las características específicas de los programas de post-producción y que le ofrezca más posibilidades que las disponibles en iMovie, Premiere supone una opción muy interesante.
Estilos de texto. Se puede ajustar el kerning, tracking, grosor, tamaño e inclinación de las tipografías, deformarlas en los ejes X e Y (con interesantes efectos), utilizar rellenos transparentes, sólidos (color y textura), degradado lineal o radial de dos colores, degradado de cuatro colores, aplicar efecto de relieve, sombras, efecto de destello y añadir nuevos trazos interiores y exteriores a las tipografías con diferentes efectos. En definitiva, las combinaciones que se pueden utilizar a la hora de crear un texto son óptimas para conseguir un estilo propio y de acorde con la temática del proyecto.
Plantillas. Además del texto también es posible crear plantillas propias (texto e imágenes o composiciones gráficas), y esto puede ser tan sencillo como utilizar la opción del programa para incluir un logotipo como texto, o bien importar imágenes y crear formas regulares con texturas, modificar sus parámetros y el orden y posición de las capas en la pantalla.
En cualquier caso, tanto si se utiliza sólo texto como si se emplea texto y gráficos el editor de títulos crea automáticamente un canal de transparencia pensado para la superposición de los títulos sobre el resto de las pistas de vídeo. Y una cuestión interesante es que una vez añadidos a la edición los títulos conservan todas sus características modificables.
La lástima es que Adobe no haya dado una vuelta de tuerca adicional a las opciones disponibles en el editor para que también fuese posible animar los títulos. De esta forma se conseguirían efectos espectaculares mediante la definición de fotogramas de referencia directamente en el editor de títulos y la modificación de los valores de sombra, destello, tamaño de la fuente, posición, trazos exteriores y deformaciones de la geometría.
Reproducción en tiempo real. El acercamiento de Premiere a esta característica se basa en la potencia del equipo sobre el que se esté ejecutando y se restringe a la edición con material DV y equipos con procesador PowerPC G4, de forma que la reproducción es más o menos en tiempo real en función de si se está ejecutando sobre un Mac con múltiples procesadores y la cantidad de megahertzios. En nuestras pruebas obtuvimos unos resultados aceptables al ejecutar el programa en un Power Mac G4 1,25 GHz con doble procesador, y aun tratándose de uno de los modelos más potentes Premiere tuvo problemas para mantener los 25 fps desde el disco duro interno incluido por omisión en este equipo.
En los equipos menos potentes se mantienen las opciones que ya estaban disponibles en las anteriores versiones del producto para hacer un previo desde disco duro (con renderizado) o a Hardware.
Conclusión
La facilidad de manejo, rendimiento y la integración con el resto de aplicaciones de Adobe continúan siendo los principales alicientes de este programa de edición de vídeo, aunque aún a bastante distancia de FinalCut Pro.
Por otra parte, si sólo está buscando un editor de vídeo en el que pueda prescindir de las características específicas de los programas de post-producción y que le ofrezca más posibilidades que las disponibles en iMovie, Premiere supone una opción muy interesante.
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